Mecanismos de cierre de operaciones corporativas
Las operaciones corporativas o de m&a, como las fusiones y adquisiciones, son una estrategia empresarial común para el crecimiento y la expansión de las empresas. Estas transacciones no solo son una fuente de crecimiento y diversificación para las empresas, sino que también tienen el potencial de crear valor para los accionistas y mejorar la eficiencia y la rentabilidad. Sin embargo, para que estas operaciones sean exitosas, es importante contar con mecanismos de cierre adecuados que garanticen la finalización exitosa del acuerdo y minimicen el riesgo para todas las partes involucradas.
En este artículo, exploramos los diferentes mecanismos de cierre de operaciones corporativas o de m&a, centrándonos en la implicación de los aspectos legales aplicables a estas transacciones, y que afectan a la negociación sobre el signing y el closing (firma de la operación y cierre).
Los mecanismos de closing, o cierre de operaciones corporativas, son las herramientas que se utilizan para finalizar y cerrar los acuerdos de negocios entre empresas. Estos mecanismos pueden variar según el tipo de transacción y las condiciones específicas de cada acuerdo. A continuación, detallamos algunos de los mecanismos de cierre más comunes utilizados en operaciones corporativas:
Pago en efectivo:
Este es uno de los mecanismos más simples y comunes en las transacciones corporativas. En este caso, la entidad compradora paga al vendedor una cantidad determinada de dinero a cambio de los activos o la participación en la empresa que se está adquiriendo. Este mecanismo es particularmente para el vendedor puesto que consigue una liquidez inmediata. Sin embargo, es infrecuente que una operación se cierre con un único pago coincidente con la fecha de la venta. En la mayoría de las ocasiones los pagos en efectivos se producen siguiendo un calendario de pagos objeto de negociación, que incluye un pago inicial y un pago diferido. La retención de los pagos diferidos suele responder como medida de garantía para el comprador, puesto que permiten cubrir los riesgos derivados de contingencias (legales, fiscales, laborales o de otra índole) que arrastra la empresa objeto de venta. Por esta razón, a veces existe una relación directa entre las fechas de prescripción de esas contingencias y el calendario de pagos establecido.
Acciones:
Este mecanismo de cierre es una opción popular en operaciones de m&a relacionadas con negocios de consultoría o auditoría. Incluso la integración de despachos de abogados opta con relativa frecuencia por esta solución. La adquisición se produce sin utilizar efectivo. En este caso, la empresa compradora emite nuevas acciones o utiliza acciones ya existentes para adquirir la participación de la empresa vendedora. Los accionistas de la empresa vendedora reciben acciones de la empresa compradora como pago por su participación en la empresa. Este mecanismo es especialmente útil cuando las empresas involucradas quieren combinar sus operaciones y recursos.
Acuerdo de earn-out:
Este mecanismo es un acuerdo de compraventa en el que parte del precio de compra se basa en el rendimiento futuro de la empresa que se está adquiriendo. En este caso, la empresa compradora paga una cantidad inicial en efectivo y luego realiza pagos adicionales en función del rendimiento financiero futuro de la empresa adquirida. Este mecanismo es particularmente útil cuando la empresa compradora está preocupada por el riesgo de que la empresa adquirida no cumpla con las expectativas financieras. Y resulta especialmente interesante para la empresa compradora, en la medida que mantiene involucrado al vendedor en la deriva futura de la compañía. Vulgarmente se dice que de esta forma el vendedor mantiene “skin in the game”, o dicho de otro modo, el vendedor participará en la consecución de objetivos puesto que el resultado tendrá incidencia directa en el cobro de un precio de venta superior.
Mecanismos de garantía:
Los mecanismos de garantía son herramientas diseñadas para proteger a las empresas compradoras de los riesgos asociados con las transacciones corporativas. Estos mecanismos incluyen garantías y seguros que protegen a la empresa compradora de posibles contingencias o pasivos que puedan surgir después del cierre de la operación. Anteriormente mencionábamos como garantía más habitual la retención de una parte del precio. Especial relevancia tendrá en este sentido, el resultado de la auditoría que habrá practicado el comprador, y que llamamos “due diligence”, en la cual podrán contemplarle el volumen de pasivos en la compañía y el riesgo de futuras reclamaciones de terceros frente a la empresa vendedora. Tanto por parte de entidades privadas (clientes, proveedores, etc.) como de entidades públicas (Agencia Tributaria, Seguridad Social, etc.).
La elección de un mecanismo de cierre adecuado puede tener un gran impacto en la gestión empresarial. Por ejemplo, el pago en efectivo puede ser una opción útil para empresas que buscan liquidez inmediata, pero también puede dejar a la empresa compradora con menos efectivo disponible para otras inversiones y oportunidades. Por otro lado, el uso de acciones puede permitir a la empresa compradora conservar su efectivo, pero también puede diluir el valor de las acciones existentes de la empresa compradora. Analizamos estas cuestiones en el siguiente artículo específico “Impacto de los mecanismos de cierre en la gestión empresarial”.
Resulta habitual la aplicación de las cláusulas MAC (acrónico inglés de “Material Adverse Change”) cuando se ha pactado una fecha de signing y otra de closing, con un periodo interino para el cumplimiento de según que hitos y obligaciones. Estas cláusulas tienen su fundamento en permitir modificaciones sobre lo pactado en caso de que concurran circunstancias sobrevenidas en dicho periodo interino, que afecten de manera adversa y relevante a la compañía objeto de adquisición. Puede consultarse más información al respecto en nuestro artículo “Las cláusulas MAC en los contratos de compraventa de empresas”
Igualmente tendrán relevancia, evidentemente, el resto de condiciones acordadas al efecto en el resto del contenido del SPA (contrato de compraventa de acciones o participaciones, por su acrónimo inglés “Shares Purchase Agreement”).
Conclusión
El crecimiento inorgánico que corresponde a este tipo de operaciones corporativas son una estrategia empresarial común para el crecimiento y la expansión de las empresas.
Las fórmulas más habituales conjugan alternativas como las expuestas: pagos en efectivo, entrega de acciones, acuerdos de earn-out y distintas medidas de garantía (como por ejemplo la retención de una parte del precio).
Una correcta negociación sobre los mecanismos de cierre resulta esencial para garantizar la finalización exitosa del acuerdo y minimizar el riesgo para todas las partes involucradas. Sin duda, todas las operaciones de esta naturaleza tienen importantes implicaciones legales que deben ser consideradas y abordadas adecuadamente. La due diligence, el cumplimiento normativo y el asesoramiento legal y financiero son aspectos críticos que deben ser tenidos en cuenta durante todo el proceso.
José Luis Casajuana Ortiz
Socio de J. L. Casajuana y responsable del área internacional
12/04/2023