Hasta el 11 de septiembre del año 2001, es decir, hasta el brutal y cobarde ataque terrorista de un grupo de radicales musulmanes contra el territorio continental de los Estados Unidos de América y su pueblo; hecho mundialmente reconocido como el ataque y destrucción completa, con miles de inocentes muertos, contra las “Torres Gemelas”, sitas en la parte baja de Wall Street, Manhattan, Nueva York, “GTMO” era simplemente el acrónimo de la Base Naval de los Estados Unidos en la Bahía de Guantánamo, República de Cuba, que a pesar de que supuestamente es territorio soberano del Estado cubano se encuentra, desde el 23 de febrero de 1903, como consecuencia del entonces agradecimiento cubano por la contribución norteamericana a la victoria de la Guerra de Independencia contra España, en régimen de “arriendo perpetuo” por el Tratado Cubano-Americano firmado en dicha fecha por el primer Presidente de Cuba, D. Tomás Estrada Palma.
A partir de entonces, y todavía hoy a pesar de la promesa de “cerrarla” que hiciera el presidente Obama al llegar a la Casa Blanca, GTMO (Guantánamo), es fundamentalmente y todavía hoy, una Prisión Militar de Terroristas; uno de los 14 territorios dependientes pero no incorporados a los Estados Unidos y, por tanto, donde la ley y la jurisprudencia norteamericanas ¡entienden ellos!, no son de obligado cumplimiento…y, por tanto, donde se puede torturar a los prisioneros de guerra…
La asociación de abogados penalistas americanos a la que pertenezco desde hace años, la NACDL (“National Ass. of Criminal Defense Lawyers”) viene defendiendo denodadamente que también en GETMO se respeten los derechos humanos y que los detenidos presos tengan los mínimos y necesarios derechos de defensa bajo las normas del derecho internacional y estadounidense (“Rule of Law”).
Un valiente y entregado grupo de Abogados Penalistas de NACDL, entre los que se encuentra mi amiga y expresidenta de la asociación, Nancy Hollander, durante años ha venido defendiendo “pro bono” y contra viento y marea a los presos de GTMO a pesar de las inmensas dificultades y limitaciones de todo tipo que les han sido impuesto, habiendo conseguido, sólo gracias a su denodado esfuerzo, algunas singulares y escasas absoluciones y solturas de la prisión militar extracontinental.
Este mismo verano, el 28 de julio 2018, la NACDL invitó a participar en su Congreso Anual, como invitado de honor, al Brigadier General de los EE.UU. John G. Baker, Jefe del Equipo de Defensa de las Comisiones Militares (“Chief Defense Counsel for the Military Commissions, MCDO), quien aceptando generosamente la invitación, además se dirigió a todos los asistentes con unas afirmaciones enormemente valientes e ilustrativas en favor de la prevalencia universal del Estado de Derecho y en contra de la tortura; que por su importancia y por la experiencia personalmente vívida por él en GTMO voy a intentar resumir seguidamente:
- El trabajo muchas veces muy complicado, arduo y difícil de los Abogados Defensores SI importa y SI hace la diferencia en la Justicia Penal, incluso en la Penal Militar. Y esto hay que inculcarlo a los estudiantes de Derecho como un “mantra” indeleble para el éxito en su ejercicio profesional.
- El Derecho de Defensa y de Asistencia por Abogado es un principio fundamental, necesario e irreductible en toda Nación que se considere civilizada y democrática.
- El Abogado Defensor para cumplir a cabalidad su función tiene que estar dispuesto a ser muy exigente, perseverante, insistente, estudioso, meticuloso, osado, solitario y hasta irreverente, renegado, odiado y despreciado por el Poder constituido, cualquiera que fuese su naturaleza, incluso judicial o fiscal.
- Cuando el Abogado Defensor cumple con su función de protección de su Cliente en la Justicia Penal, también cumple como patriota, aunque ello NO guste a los que simbólicamente pretenden enarbolar ese sentimiento para sus particulares intereses…
- La defensa del Estado de Derecho (Rule of Law), NO puede aniquilarse e ignorarse, ni siquiera en un territorio militar norteamericano, con tácticas de presión y torturas totalmente inadmisibles en el resto del territorio de USA, bajo la endeble excusa de que GTMO es, simplemente, un “America Battle Laboratory”…
- La forma como ha actuado en GTMO la Military Commissions Defense Organization (MCDO), como si se tratase de un “experimento”, –excluyendo plena y absolutamente a los Abogados de la Organización de Defensa—ha sido una “desgracia nacional”, tal como ha apostillado el Brigadier General Baker. El grado de extremo secretismo e impunidad con el que se ha operado, por razones de supuesta “seguridad nacional”, ha llegado a extremos inconcebibles y alarmantes… especialmente en casos de torturas a los detenidos-presos.
- El Fiscal Jefe (“Chief Prosecutor”) de la MCDO llegó explícitamente a amenazar a los Abogados Defensores con procesarles por desacato si continuaban investigando los casos por vías independientes a las investigaciones oficiales de la Fiscalía…
- Sabido es, de forma pública, a pesar de la resistencia a su conocimiento por las autoridades, que concretamente el preso en Guantánamo Khalid Shaykh Mohammad fue torturado con ahogamientos sucesivos (“waterbording”) y que otros fueron sometidos a otras torturas consistentes en violaciones anales, eufemísticamente referidas como “rehidrataciones anales”…
- También públicamente conocido es que la CIA torturaba sistemáticamente a los detenidos presos mediante las técnicas de supresión de sueño (“sleep deprivation”); técnicas de sometimiento a ruidos infernales, dejarlos de pie desnudos adheridos de frio, y permanecer en contactos con sus propias heces hasta que se le desprendiesen pedazos de piel… Concretamente a principios del mes de julio 2018, el gobierno finalmente desclasificó las torturas infligidas por estos métodos y otros similares al detenido preso Amar al Baluchi.
- El sagrado principio del derecho penal internacional de la comunicación privilegiada y secreta entre Abogado Defensor-Cliente asimismo ha sido sistemáticamente ignorado y rechazado en favor del denominado “Experimento Gtmo”, infligiendo un durísimo golpe de credibilidad al sistema judicial norteamericano.
- La realidad es que, como consecuencia de lo anterior, los detenidos-presos perdieron toda confianza en la imparcialidad de sus propios Abogados Defensores, negándose a comunicar con ellos y aniquilando el propio sistema en que se basa la Defensa Penal dentro de un Estado de Derecho. Muy recientemente, en el mes de marzo del 2018, el Gobierno admitió públicamente que existían micrófonos ocultos en los locutorios de comunicación Abogados-Clientes en Gtmo.
Finalmente, en el curso de sus últimas palabras, el Brigadier General BAKER, relató como miembros de FBI en el 2014 se personaron en casa de un miembro del Staff de la MCDO, convenciéndole para firmar un contrato como “confidente” y consiguientemente obtener ilegítimamente información legal-confidencial de los casos pendientes de juicio.
El Brigadier General BAKER, según su propio relato hecho público, también sufrió la incontenida furia de la Fiscalía Militar cuando apoyó los derechos de comunicación privilegiada de un reconocido Abogado Penalista, Rick Hammen, que defendía un caso de pena de muerte a su cliente, recluso en Gtmo., Al-Nashiri. Por su digna actitud y oposición al injusto dictado judicial fue sentenciado por el Juez Militar por delito de desacato y confinado 21 días en una prisión militar; resolución condenatoria que finalmente recurrió con los Abogados de NACDL y revocó con la correspondiente absolución, como era a todas luces de evidente justicia.
El Brigadier General John G. Baker en su conferencia dejó muy claro que absolutamente todo lo dicho eran exclusivamente sus opiniones y experiencias personales, completamente ajenas, evidentemente, a las que podrían tener el Departamento de Defensa de los EE.UU. y las Agencias Federales de investigación, recalcando una vez más, como conclusión, que la Defensa Penal SI importa!.
Gustavo López-Muñoz y Larraz
Director del Departamento Derecho Penal JL Casajuana Abogados
18/10/2018