¿Cómo negociar un contrato de alta dirección?

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Cómo negociar un contrato de alta dirección
Cómo negociar un contrato de alta dirección

A la hora de contratar a un trabajador es muy importante valorar las diversas fórmulas jurídicas de contratación, ya sea mediante un contrato laboral, contrato de alta dirección o de prestación de servicios.

Las consecuencias legales de la elección son muy dispares y es la empresa quién debe elegir la figura contractual que más se incardine en su estrategia empresarial.

En tal sentido, la formula contractual más utilizada para la incorporación de personal de máxima responsabilidad en la empresa suele ser la del contrato de alta dirección.

El contrato de alta dirección

Su regulación se rige por el Real Decreto 1382/1985 y conlleva la aplicación de un régimen jurídico de carácter especial por el cual se limita sustancialmente la protección que el ordenamiento jurídico otorga a los trabajadores por cuenta ajena.

La voluntad de las partes para negociar un contrato de alta dirección se debe sujetar a lo dispuesto en el citado Real Decreto pero la relación especial del personal de alta dirección se basa en la reciproca confianza de las partes, las cuales deben acomodar el ejercicio de sus derechos y obligaciones a las exigencias de la buena fe conforme al artículo 2 del Real Decreto.

En virtud de lo anterior, siendo la voluntad de las partes la que prima en el contrato de alta dirección es muy importante llevar a cabo la negociación de las clausulas y condiciones que regularan la relación profesional entre las partes y será la base legal que prevalezca a lo largo de toda la vigencia de la relación. A consecuencia de ello, cada contrato de alta dirección será individual y único.

El perfil profesional de alta dirección

El profesional de alta dirección suele situarse en una posición similar a la empresa y suele ostentar poder de negociación suficiente como para discutir las clausulas y condiciones contractuales que regirán su propio contrato de trabajo.

Es por ello que formalizar un contrato de alta dirección no es tarea fácil ni para la empresa ni para el propio directivo, pues ambas partes deben sentirse cómodas con el contrato resultante, de lo contrario es probable que la relación se rompa antes de lo previsto o que se generen conflictos posteriores que pudieran haberse evitado con una negociación.

Fases de la negociación

Para negociar un contrato de estas características es muy importante estar asesorado por un abogado especialista en la materia, pues denota fortaleza y confianza en uno mismo por parte del Directivo, lo cual se verá recompensado en la firma del contrato final.

Para llevar a cabo tal negociación suelen seguirse las siguientes fases:

  1. Preparación. Es la clave del éxito. Contar con un abogado especializado en alta dirección ayudará a definir nuestros objetivos y dirigirá los mismos en orden de prioridad. En la preparación es importante obtener información y datos sobre la empresa. También será fundamental que el abogado conozca el valor reserva o el mínimo aceptable para el Directivo en una negociación, de esta forma los objetivos y la prioridad de los mismos se defenderán partiendo de unas condiciones y clausulas inamovibles.
  2. Intercambio y Desarrollo. En esta fase, una vez recabada la información, se trasladan las propuestas y condiciones. También se reciben las propuestas de la empresa. Es importante que ambas partes estén dispuestas a ofrecer algo a cambio (concesiones).
  3. Cierre y Acuerdo. Una vez acordadas las clausulas y condiciones que rigen el contrato de alta dirección ambas partes firmaran el mismo por duplicado.
  4. Evaluación de los resultados. Una vez firmado el contrato el Directivo debe cerciorarse de que los acordado se cumple y podrá evaluar los resultados de las clausulas y condiciones pactadas.

Más información : La negociación del contrato del Alto Directivo

Recomendaciones durante la negociación

En primer lugar debe tenerse en cuenta que el contrato de alta dirección es ventajoso siempre que el Directivo consiga una buena remuneración, es decir, que la cuantía ofrecida en concepto de salario fijo anual debe quedar por encima de los estándares salariales de empleados que ocupan posiciones relevantes en la empresa.

En segundo lugar, durante la negociación es importante tener en cuenta las cláusulas básicas del contrato pero no olvidar las clausulas adicionales, donde las más, por carácter de relevancia, pueden resultar abusivas. Por ello, un contrato de alta dirección tiene multitud de flecos y materias objeto de regulación específica imposible de abarcar par alguien no especializado ni familiarizado con este tipo de contratos.

Por último, es fundamental la correcta redacción de las clausulas pues, desde un punto de vista jurídico, si los aspectos negociados no quedan correctamente redactados y la redacción de los mismos resulta poco clara o confusa, perjudicaran gravemente al Directivo provocándole indefensión. Por ello, el asesoramiento de un abogado que intervenga en la redacción de las clausulas resulta primordial para la negociación de este tipo de contratos.

Clausulas más habituales en la negociación

Finalmente debe tenerse en cuenta que las clausulas más habituales en la negociación son las siguientes:

  • Período de prueba: lo máximo que prevé la Ley es de 9 meses para un contrato de alta dirección, aunque lo normal es fijar un periodo de 6 meses de prestación efectiva de servicios.
  • Pacto de exclusividad y de no concurrencia post contractual: es uno de los pactos que mayor controversia provoca, pues las Empresas suelen penalizar de manera abusiva dicho incumplimiento y las consecuencias para el trabajar suelen ser muy gravosas. Por ello, es importante poner especial atención en la redacción de esta cláusulas y graduar el importe a percibir (este en ningún caso puede ser superior al salario base).
  • Retribución variable o bonus: la clausula o clausulas que fijan la retribución variable deben precisar con claridad los objetivos a cumplir, el importe al que se puede optar, el periodo de devengo y la fecha de abono. La mala redacción de esta clausula puede dar lugar a múltiples conflictos y confusiones. También es importante desvincular el abono a la permanencia en la Empresa.
  • Indemnización en caso de despido o desistimiento: está debe quedar fijada de forma clara y fehaciente y debe contemplar ambas contingencias.

Por último incidir en la importancia de un buen asesoramiento para negociar este tipo de contratos, pues supone un elemento clave que marcará la diferencia.

Puede interesarte : Indemnización por despido y cese del Alto Directivo


Departamento de Derecho Laboral

14/11/2019

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