Entrevistamos a Daniel Medina.
Daniel es Ideas Director en Opinno. Experto en Innovación, Service Design, Tech, Digital Transformation, Lean & Agile, Lecturer & Professor.
Por qué es importante innovar
El mundo se mueve muy rápido, es difícil no aceptar que la tecnología está cambiando la forma en cómo hacemos las cosas. No sabemos lo nuevo que va a venir cada día o cuál es el nuevo negocio que se va a montar.
Es importante innovar y no pensar que la innovación es solo una gran idea o algo grande que va a cambiar el mundo, que va a hacer que nuestro negocio vaya de forma mejorada. La innovación es un sistema de gestión, un sistema formal que nos permite hacer las cosas de una forma más rápida, diferente, y cambiar el sistema de trabajo para que tenga un impacto en la cuenta de resultados.
Qué tipo de empresas buscan innovar
Empresas de todo tipo. Por un lado están las grandes empresas, grandes bancos, grandes aseguradoras, grandes energéticas, grandes empresas industriales, que quieren innovar pero tienen una cultura de trabajo implantada a lo largo de los años que es difícil cambiar.
Comenzar a implementar un sistema de innovación no va de ideas, sino de un sistema que me permita generarlas de una forma rápida, de una forma acelerada, llegando al negocio y generando valor muy rápido. Este tipo de empresas nos buscan no solo para desarrollar servicios y productos innovadores sino también para cambiar su cultura.
Luego tenemos pequeñas y medianas empresas. Muchas vienen haciendo las cosas bien, sacando negocio, generalmente porque una o dos personas del equipo son capaces de generar negocio, no porque haya un sistema de innovación implementado. Considerando que un sistema de innovación comporta la fijación de un reto, la consecución de la idea, su prueba en el mercado y puesta en marcha.
También tenemos un paquete de empresas pequeñas de startups que tienen otro tipo de problemas. Tienen una idea, con independencia de que sea innovadora o no, y quieren saber cómo realizar una puesta en el mercado lo antes posible, y generar el negocio necesario.
Su problema habitual es la falta clientes, les cuesta mucho desarrollar la tecnología y tienen los días contados porque el dinero se agota. Frente a esto, implantamos un nuevo set de metodologías que llamamos lean startup, agile, design thinking, service asigne, que ayudan a paliar esta idea de que es complicado cambiar la cultura, que es complicado llegar a clientes, que la tecnología está cambiando rápido y mucho, y que tenemos poco dinero y poco tiempo para hacer las cosas.
¿Cuándo aplicar la innovación?
¿Cuándo sabemos si tenemos que innovar o no? La pregunta es interesante. Todos tendremos ideas y pensaremos formas de llevarlo a cabo actuando como emprendedores, gestores o gerentes. ¿Cuándo tenemos que innovar? Cuando existe algún tipo de incertidumbre ante el lanzamiento de una idea.
Por ejemplo cuando no sabemos si la idea va a funcionar, o si el proyecto es viable. Yo diría que en el 99,9% de los casos es imposible determinar si la idea o proyecto va a funcionar en el mercado. Pues bien, en el momento en que hay incertidumbre es cuando tenemos que comenzar a innovar, mediante la metodología de design thinking, lean startup, agile, innovación abierta, etc. con el objetivo de bajar ese nivel de incertidumbre que nuestra idea tiene.
Cuando hayamos conseguido bajar el nivel de incertidumbre aplicando este set de metodologías comenzaremos a invertir y a construir. Algo clave tanto para grandes empresas como para pequeñas es que la innovación no va de medir la mejor idea, sino de diagnosticar el problema que tiene nuestro producto en el menor tiempo posible, medir la velocidad de resolución del problema, y la rapidez en construir la solución.
La innovación es un sistema de gestión, un sistema formal que nos permite hacer las cosas de una forma más rápida, diferente, y cambiar el sistema de trabajo para que tenga un impacto en la cuenta de resultados Share on X
Cómo comenzar a innovar
Si ya entendemos bien por qué hay que innovar, y si ya sabemos de acuerdo al tipo de empresa que pertenecemos si tenemos que innovar o no, el siguiente paso es conocer las metodologías que existen en el mercado y cómo las podemos aplicar.
En la innovación hay dos grandes aspectos:
- el cambio en la cultura de la empresa mediante metodologías que nos pueden ayudar
- el proceso de desarrollo desde que nace la idea y nos imponemos un reto de lanzamiento, hasta que nos genera dinero y aportamos valor a nuestros clientes.
Son varias las metodologías. Hay una que se llama “design thinking” que nos ayuda a entender más a los clientes, hay otra que se llama “lean startup” que nos ayuda a validar el producto que queremos lanzar y comprobar si va a funcionar o no, y hay otras metodologías agiles que nos ayudan en la fase de construcción para conseguir procesos rápidos y eficientes.
Metodologías de innovación: Design Thinking
Se trata de una gran metodología que está adoptando cada vez más gente. Desing thinking en grandes rasgos nos ayuda a comprender a tu cliente, conocer bien quién está detrás antes de lanzar un producto para él.
Comprobamos que tanto las grandes empresas como las pequeñas y las startups cometen el error de tener un producto muy bueno pero ni siquiera se han preguntado para quién va dirigido, quiénes son mis clientes principales y qué problema les estoy resolviendo.
Quiero que se queden con este dicho que viene de San Francisco, del mundo de Silicon Valley y las starups:
“enamórate del problema y no de la solución”.
Design thinking nos ayuda a entender muy bien al cliente, a usar una cantidad de técnicas como escenografía, entrevistas, focus, safarys, etc, para entender muy bien si ese cliente de verdad tiene un problema y si nosotros estamos atacando el mismo problema que el cliente pide que le resolvamos.
Metodologías de innovación: Lean Startup
La segunda metodología a mencionar es el “lean startup”.
Lean startup sería el siguiente método a utilizar tras la aplicación del Design Thinking. Cuando hay un cliente con un problema, nuestra atención debe centrarse en proponer un producto o un servicio que resuelva ese problema. De esta forma nos centramos en 3 conceptos: cliente, problema y solución. Design thinking nos ayuda en conocer al cliente y plantear el problema, mientras que lean startup se centrará en la solución.
Lean startup es un método para validar que nuestra idea o producto resuelve el problema del cliente sin emplear grandes recursos económicos en ese proceso. Hay muchas técnicas para llevarlo a cabo: por ejemplo lanzar pequeñas campañas de productos de prueba para comprobar la respuesta del mercado antes de intentar comercializarlos. El gran consejo para empresas consiste en tomarse un tiempo previo de experimentación para validar que ese producto o servicio tiene la repuesta esperada en el mercado.
Metodologías de innovación: Agile
La tercera gran metodología o filosofía en el mundo de la innovación es “agilidad” o “agile”. Una vez que tenemos un conocimiento del cliente, del problema y de la solución, deberemos construir el producto.
Para poner este método en marcha debemos plantear interacciones de tiempo, con tiempos cortos (interacciones de una semana, un mes, pero siempre corto), y proyección de objetivos única y exclusivamente dentro de ese periodo de tiempo. Si nos planteamos un horizonte de 15 días, por ejemplo, deberemos focalizar todo nuestro esfuerzo en entregar el producto final o valor que espera el cliente en ese plazo.
Esto nos da mucha agilidad en la entrega, por medio de entregas rápidas y permanentes al cliente.
Consejos para innovar
Terminamos con algunos consejos desde mi experiencia tras haber llevado bastantes proyectos de transformación e innovación para grandes empresas, y haber ayudado a cientos de starup.
Es importante tener humildad, aceptar que posiblemente la idea que queremos lanzar no sea la idea que va a triunfar en el mercado sino que tenemos que entrar en un proceso de innovación o experimentación de nuevas técnicas y nuevos métodos para validar que esa idea va a funcionar. Y posiblemente, al aplicar los métodos innovadores, seguramente la idea cambie de manera radical.
Debemos tener la capacidad de aceptar que esa idea va a cambiar. A menudo estamos demasiado enamorados de nuestro producto y nos cuesta mucho verlos mutar, pero asuman que la idea o el producto va a cambiar para adaptarlo a las necesidades del cliente, pasemos por ese proceso.
El segundo consejo es que nos documentemos sobre las nuevas metodologías de innovación, como design thingking, lean startup, agile, service design, escenografía, etc., que nos permiten identificar al cliente, estudiar y validar el problema, llevar a cabo soluciones de forma ágil y rápida.
Y tercero, hay que tener bastante empatía. Tenemos que saber para quien trabajamos, a quien nos dirigimos, ser conscientes de que hay un cliente fuera y que estamos desarrollando un producto o servicio para él.
Tenemos que pasar de ser “empresas business centric” centrados en nuestro negocio, a ser empresas “customer centric” totalmente orientados en el cliente y sus problemas.
Daniel Medina.
@danimedirod
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Excelente información bro me ayudó mucho y me ha motivado también a poner en marcha mi idea;
Gracias por el comentario, Roland.
Un saludo!