A la hora de acercarse a una startup, los interesados pueden hacerlo como inversor deseoso en obtener rentabilidad a su inversión o como emprendedor que desea desarrollar ese negocio y necesita financiación para ello. Para ambos casos, está destinado este artículo donde vamos a exponer cuáles son las dos líneas principales de inversión en las startups, normalmente realizadas por entidades de capital riesgo.

Las entidades de capital riesgo según la Ley 22/2014, de 12 de noviembre que las regula, son entidades de inversión colectiva de tipo cerrado que obtienen capital de una serie de inversores con el fin de generar para ellos ganancias o rendimientos. En dicha Ley se señala que su objeto social principal consiste en la toma de participaciones temporales en el capital de empresas que, en el momento de la toma de participación, no coticen en el primer mercado de la Bolsa. Esto es, que las entidades de capital riesgo no constituyen empresas sino que compran participaciones de empresas ya existentes sobre las que consideran interesante invertir.

Se pueden distinguir distintas modalidades de capital riesgo en función de la fase de desarrollo en la que se encuentre la empresa financiada. Aunque en España es habitual que todas estas modalidades se engloben bajo el concepto genérico de capital riesgo, en los países anglosajones el ciclo vital de la empresa lleva a distinguir entre  Private Equity y Venture Capital.

Private Equity

El “Private Equity” es un término económico en inglés que significa “capital inversión”. Este es un tipo de actividad financiera por la cual una empresa especializada aporta recursos financieros de forma temporal a una empresa no cotizada pero con un elevado potencial de hacer multiplicar su inversión. A cambio, adquieren una participación que suele ser mayoritaria en la empresa.

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Las entidades de capital riesgo invierten grandes cantidades de dinero en todo tipo de empresas. Suelen comprar el 100% de una compañía o porcentajes mayoritarios. En esas situaciones, toman el control de la gestión y adoptan decisiones dirigidas al aumento del valor de la compañía, sea mediante un aumento de ventas, una disminución de gastos o ambas cosas simultáneamente.

En resumen, el Private Equity trata de crear valor en la participada con la ayuda de la toma de control por parte de la entidad capital riesgo. Cuando pasan unos años y la empresa ha generado el valor esperado, se organiza un proceso de venta que maximiza el valor de su inversión.

Venture Capital

Por otro lado, el Venture Capital se define como la aportación de capital en una empresa que se encuentra en fase inicial o de desarrollo muy temprana, donde la incertidumbre sobre la marcha del negocio es mayor.

Normalmente, la inversión del Venture Capital es destinada a empresas tecnológicas o con un fuerte componente innovador. Este tipo de inversión no requiere grandes cantidades, de hecho suelen comprar entre un 20% y 30% de los fondos. Los fondos del Venture Capital tienden a realizar varias inversiones para diversificar riesgos.

Los inversores en Venture Capital son verdaderos “cazadores” de negocios analizando permanentemente el mercado de empresas incipientes valorando su potencial de crecimiento a corto plazo. La inversión es menor porque la incertidumbre es mayor. Generalmente ese componente claramente tecnológico o innovador hace que el Venture Capital no desee asumir la gestión de la compañía y se limite a apoyar su capital para obtener una rentabilidad en el futuro,

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⚠ Si quieres invertir en una #startup te explicamos las dos líneas principales de #inversión, normalmente realizadas por entidades de capital riesgo. Private Equity / Venture Capital ✔ Share on X

Diferencias principales

El Private Equity normalmente invierte en compañías que están establecidas y tienen un porcentaje del mercado al que pertenecen. No son empresas con una vida corta sino veterana. Estas compañías suelen tener problemas de liquidez causados por una ineficiencia a la hora de gestionar sus recursos y su potencial.

El Venture Capital normalmente invierte en empresas de vida corta, incipiente, pero que tienen un alto potencial de crecimiento. Su ámbito de actuación son las startups que cumplen con los criterios de tecnología + innovación + potencial.

El Private Equity normalmente adquiere la totalidad de las participaciones sociales o un porcentaje suficiente que le garantice el control de la gestión a partir de ese momento. El estudio de la historia de la compañía hace que pueda saberse de antemano los medios que son necesarios para mejorar su eficacia y aumentar exponencialmente su valor en el mercado.

El Venture Capital se centra en las compañías como las startups donde el histórico es tan corto o el nivel de innovación o de tecnología es tan alto que no se tiene interés en la gestión de empresa después de la adquisición de un porcentaje del capital sino en que el apoyo financiero que se le presta con la inversión rentabilice ésta con el tiempo.

El Private Equity centra sus esfuerzos en pocas inversiones pero de importantes desembolsos. Hay un menor riesgo porque se va a asumir la gestión y son especialistas en aumentar los beneficios a través de una mejora de los márgenes comerciales en ventas y gastos.

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El Venture Capital multiplica sus inversiones con un menor importe en cada una. Ese mayor despliegue inversor supone una diversificación de los riesgos para que un fracaso no le afecte sustancialmente. Hay un mayor riesgo porque son empresas de reciente creación sobre las que no se va a asumir el control en su gestión.

Después de estas reflexiones es evidente que las startups deben buscar financiación en los fondos de capital riesgo especializados en los Venture Capital.